ME ROMPISTE EL CORAZÓN: UN ESPEJO FRAGMENTADO
La nueva película de Boris Quercia nace con una doble carga: por un lado, la ambición de homenajear a Roberto Parra y a la historia de amor imposible que inspiró La Negra Ester; y, por otro, la dificultad de enfrentarse a una obra que desde su estreno en 1988 ocupa un lugar mítico en la cultura chilena. No se trata, por lo tanto, de una simple biopic, sino de un intento de diálogo entre el cine y el teatro, entre la memoria cultural y la necesidad íntima de su director.